Cuenca

Sitio muy bonito para pasar unos días relajados. El lugar tiene un encanto por tener dos "ambientes" bien diferenciados. Uno de ellos está en alto como es el "centro", donde se hubican la catedral, las casas colgadas o colgantes, la mayoría de museos... El otro, moderno e industrial está en la parte baja. Si te alojas en la zona alta y no sales fuera pareces remontarte a otra época.

Tienes para visitar de todo desde varias iglesias y la catedral hasta un museo de ciencias que hay en la parte más alta junto a la Torre Mangana.

Nuestro viaje comenzó un viernes. Llegamos a Cuenca en 3 horas y 15 minutos. Fuimos hacia Madrid y al pasar Albacete (unos 50 km) hay una indicación hacia Cuenca que te lleva hasta la ciudad. Una vez allí seguimos las indicaciones del parador y llegamos en seguida.

Cuando ya estabamos alojados nos fuimos hacia el centro historico andando. Pasamos por el puente más famoso de Cuenca, el puente de San Pablo (aparezco mucho por la ciudad). Desde el mismo parador y desde el puente pueden observarse la famosas "Casas Colgadas" o "Casas Colgantes".

Una vez en el centro nos fuimos a cenar a un "bar mitico". No sirvieron unos bocadillos algo más que enormes. De allí nos fuimos a dar una vuelta rapida para ver la plaza mayor, el ayuntamiento y el parador desde la otra parte del rio.

El día siguiente decidimos pasarlo viendo la parte antigua de Cuenca tranquilamente. Empezamos con la Catedral de la que no hay imaginen gráfica porque no dejan hacer fotografías dentro (para no estropearla más de cómo la tienen). Seguidamente caminamos hacia la parte baja donde vimos los famosos “rascacielos”, llamados así porque a la vista nuestra hay 3 pisos y hacia abajo 3 o 4 más.

Después de este paseo nos dispusimos a comer en el Mesón Los Arcos. Comimos el menú típico, compuesto de: ajo arriero, pisto, morteruelo y cazuela de carne o trucha.

Ya repuestos nos dispusimos a ver el resto de la ciudad antigua. Comenzamos a la altura del puente de San Pablo y fuimos hasta el convento de las Hermanas Descalzas por la cuenca del Huecar. Desde allí hicimos un par de fotos panorámicas del Monasterio/Parador y de la ciudad antigua con la ciudad moderna al fondo.

La vuelta la hicimos por la cuenca del Jucar llegando hasta la Torre de Mangana que es una torre del estilo de la Calahorra de Elche. Y aquí terminó nuestro día en Cuenca.

Al día siguiente decidimos visitar el nacimiento del Rio Cuervo y acertamos ya que hacía un día bueno, aunque el termómetro marcaba 5 grado, hacía sol. Disfrutamos la visita de principio a fin, la única pega fue el barro debido a la lluvia de la noche. Vimos nieve, agua, cascadas, lagunas, etc…

Decidimos ir a comer a un sitio que nos había recomendado en Las Majadas, un pueblecito a 30 minutos del nacimiento, aunque por un camino forestal algo más que dejado de la mano de dios.

Ya repuestos y descansados después de la comida nos fuimos hacia la Ciudad Encantada. Es una visita casi obligada ya que es curioso el lugar. Piedras con figuras, desde una cara pasando por un elefante y un cocodrilo luchando hasta osos y barcos.

Finalmente nos dejamos caer en el Ventano del Diablo ya que las vistas eran fabulosas. Y ya volvimos al Parador.

Fin del viaje a Cuenca.